Los proyectos colectivos se nutren y funcionan con una estructura en red. El Gutter Fest fue un proyecto salido de reuniones en un bar una vez por semana. La clave para que un festival pueda existir sin los apoyos económicos de patrocinadores es no desobecer el principio de la colaboración. Al menos eso es lo que han hecho los chicos del Gutter y, este año, piensan hacerlo de nuevo.
Para ellos es fácil avanzar como una pequeña asamblea que va construyendo poco a poco soluciones para las necesidades que pide el proyecto. Una especie de work in progress que nunca traiciona el espíritu de la autoedición y la autonomía.
Desde el espacio hasta la comida que se servirá pasando por la programación de mesas redondas y espectáculos todas las cosas se montan con la colaboración entre contactos. Un amigo de un amigo que monta conciertos me puede dejar la iluminación. Como pago les podemos hacer un hueco en una charla o darle una cestita de cómics y fanzines de los participantes. ¿Se puede construir sin dinero? Sí. O más bien, con un proto dinero, porque el intercambio y el beneficio mutuo ha servido para que las cosas salieran bien.
Obviamente esto no se hace sin riesgo, más bien al contrario, tiene muchas posibilidades de dar algún problema. Pero de vuelta al planteamiento inicial. Si te falta algo acude a tu red o constrúyela desde cero con una pequeña suma de dinero. Entre los diez miembros de la organización juntaron 1.000€ y acabaron teniendo spot propio, la visita de personalidades internacionales y varios medios de comunicación. Entre ellos también estábamos nosotros como Lo Creas O No! para llevarlos al Disseny HUB de la mano del FAD, Moritz y Yorokobu.
