No diremos que se nos ha pasado el crisis-susto pero sí que Belén Ramírez nos dio algunas pautas para no agachar las orejas. La primera fue no dejarnos llevar por el caudal: uno dice de sí mismo lo que escucha, lo asimila y lo expresa. Esto crea un poso que condiciona nuestro modelo mental. Ejemplo absoluto: el actual síndrome del estátodomuymal… Escucha, sobre todo a ti mismo: sé autocrítico, aprende y corrige.
No existen pócimas mágicas ni fórmulas imbatibles pero el conocimiento, junto a la habilidad necesaria y una actitud optimista es el mejor camino. Pero el camino se hace andando. Todo emprendedor tiene un espíritu aventurero inherente. Bien dirigido conseguiremos afrontar los obstáculos y convertirlos en posibilidades y sacaremos partido a los desafíos, la adrenalina y el estrés positivo.
Mal dirigido podemos caer en el “secuestro cerebral”, ese estado de miedo tóxico –al fracaso, al rechazo, a la no supervivencia, al cambio, a la pérdida de poder- que nos desconcentra, nos afecta la autoestima y nos aniquila la creatividad.
Otra clave: controla el pensamiento –el “no” precede al “si”- y proyecta positivo -“si crees que vas a fracasar fracasarás”-.
Nadie dijo que fuera fácil pero invertir sufrimiento en la posibilidad de fracaso es tiempo perdido y energía desperdiciada.
Go!
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Gracias a La Central de Diseño / DIMAD / Matadero Madrid por acogernos en su espacio y a Ambar por poner la cerveza para brindar por echarle un par de valores.
Nos vemos en el Love Mondays de febrero. Síguenos!
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