Juntos mejor

Puede parecer el lema de las últimas convivencias pero lo cierto es que eso nos pareció a todos después del Love Mondays de octubre (¿Solo o en colectivo?) donde intercambiamos dudas existenciales como, por ejemplo, si un grupo de dos es un colectivo… Distintas opiniones pero una reflexión común: el espíritu colaborativo es tanto una necesidad como una inquietud y constituye una de las claves del futuro del emprendimiento. 

Ramsés Oliver, de Aderal, fue un moderador de altura que puso firmes a:

-Lucas Cervera, de Iniciador: “Nuestro colectivo se basa en un modelo social marcado por la sostenibilidad global, no solo económica”. “El tiempo que se invierte en un proyecto conjunto debe ser coherente con los objetivos sobre los cuales se identifican y adjudican las tareas”. 

-Sara Deblas, de Equipo Nómada: “La meta comercial es clara pero no está reñida con la manufactura”. “Un colectivo se diferencia de una empresa por el carácter asociacionista”.

-Yago Bouzada, de Basurama: “El problema habitual de los colectivos es que no cobran, pero no es el caso de Basurama porque si no no hubiéramos llegado a donde estamos". "Un colectivo se basa en la confianza mutua, la comunicación y el reparto de responsabilidades”. 

-Marian Álvaro, de Travesías de luz: “Dedicas todas las horas del día sin pensar en el tiempo”. “Somos sostenibles gracias a los concursos y a nuestro propio trabajo”. 

-Francisco Brives, de Arthouse-La Neomudejar: “Un colectivo artístico que promueve un centro de artes de vanguardia con importante carga social y vínculos colaboracionistas internacionales”. “Los sueños se construyen desde la constancia”. 

-Gabriel Martínez, de Un mundo feliz: “Es fundamental destacar el concepto de redes abiertas a todas las propuestas y a intercambiar las herramientas, a diferencia de las empresas que las ponen a la venta”. “El tiempo necesario para sacar los proyectos adelante es todo el posible”. “El hándicap del activismo es la sostenibilidad cero”. 

-Miki Hernández, de Lo Creas o No!: “Una agrupación horizontal implica un espíritu de ayuda y colaboración entre los miembros, además de un reparto de tareas que motiva a cada uno de los socios”. 

-Braulio Pareja, de la Red de emprendedores sociales: “Contradiciendo al libro negro del emprendedor que dice no te unas con nadie si lo puedes hacer tú solo, es indudable que la cocreación genera una riqueza superior a la suma de las partes”. 

-Mar Andreu, de Diles: “La clave de un colectivo numeroso es la atención personalizada y el seguimiento de cada proyecto”. “Los planteamientos deben ser sostenibles desde el inicio para ser autosuficientes y no depender de subvenciones públicas”. 

-Noelia Maroto, de Dcollab: “Los espacios de coworking son el ambiente ideal para que los emprendedores desarrollen sus propios proyectos y, además, establezcan relaciones con otros coworkers”. “DCOMAKE es una plataforma de crowdworking (innovación + colaboración) que nace con el objetivo de ayudar y ver crecer nuevos proyectos con impacto dentro de las industrias tecnológica, creativas y culturales”. 

-Óscar Pérez, de Hola Ghana: “Un colectivo de voluntariado en el terreno parte de un centro de coordinación que asume la tarea de sensibilización social”. 

Muchas gracias a todos por venir y dar vuestra opinión. 

Abrazo especial a Paula Mouriño, nuestra aliada en Barcelona, que vino solo para la ocasión y nos ayudó con todo. 
También a María del Mar, una de las asistentes, que nos contó lo que era el “Impact invesement”, un modelo sostenible que están promoviendo las empresas privadas de financiación con el fin de promover proyectos de iniciativa social. 
A DIMAD de Matadero Madrid por cedernos el espacio one more time. 
Y, por supuesto, a Ambar, la cerveza que nos refrescó y nos sirvió para brindar por proyectos conjuntos.